Vox in excelso

Vox in excelso es el nombre de una bula emitida por el Papa Clemente V en 1312. Las directrices dadas en la bula iban a disolver formalmente la Orden de los Caballeros Templarios, eliminando de forma eficaz el apoyo papal para ellos y revocando los mandatos otorgados a ellos por los papas anteriores en los siglos XII y XIII.
En vista de las sospechas, la infamia, las fuertes insinuaciones y otras cosas que se han presentado contra el otro (...) y también la recepción secreta y clandestina del hermano de esta Orden; teniendo en cuenta, además, de los serios escándalos que han surgido de estas cosas, que no parecía que se fueran a detener mientras la Orden siguiera existiendo, y el peligro para la fe y las almas, y las muchas cosas horribles que se habían hecho por los hermanos de esta Orden, quienes cayeron en el pecado de la apostasía malvada, el crimen de la idolatría detestable, y el ultraje execrable de los Sodomitas (...) no sin amargura y tristeza en el corazón es que abolimos la citada Orden de los Templarios, su constitución, sus hábitos y su nombre, por un decreto irrevocable y perpetuamente válido; y la sometemos a una prohibición perpetua con la aprobación del Sagrado Concilio, estrictamente prohibiendo a cualquiera a presumir entrar a la mencionada Orden en el futuro, o recibir o vestir sus hábitos, o a actuar como un Templario.Vox in excelso
A la emisión de esta bula le siguió un período de cinco años de represión y juicios contra los Templarios durante los cuales fueron acusados de diversos delitos de blasfemia y herejía. Sin embargo, las confesiones se obtuvieron mediante el uso de la tortura y otros métodos desarrollados por la Inquisición.
Contexto histórico
Clemente V marcó el destino de la Orden de los Caballeros templarios, y esta es abolida sin la aprobación del Concilio (únicamente se había pronunciado el consistorio reducido). El silencio al cual la asamblea fue forzada no gustó a todos. El Concilio de Vienne (aquel entonces la ciudad del imperio) que inició en octubre de 1311, desde el punto de vista del Papa y el rey de Francia, estuvo a punto de acabar mal. El concilio reunió a unos doscientos obispos, y fue convocado para examinar tres asuntos básicos: el caso de los Templarios y el examen de las acusaciones en su contra; el lanzamiento de una nueva cruzada; y la reforma de la Iglesia. Sin embargo, el principal objetivo de la reunión fue, en cualquier caso, resolver el problema generado por la Orden del Temple.
Felipe el Hermoso deseaba que el Papa condenara a la Orden, pero la mayoría de los grupos religiosos deseaban la realización de un juicio con el debido proceso, y que la defensa de los templarios estuviera garantizada.[1] Además, nueve templarios hicieron el viaje para defender a la Orden, y afirmaron que entre 1500 y 2000 de sus hermanos estaban en Lyon y sus alrededores, listos para testificar en defensa de la Orden.[2]
Véase también
Referencias
- ↑ Finke, H. (1907). Papsttum und Untergang des Templerordens 2. Münster.
- ↑ Lizerand, 1910, p. 472
Bibliografía
- Barber, Malcom (2006). The Trial of the Templars (2ª edición). Cambridge University Press. ISBN 0-521-45727-0.
- Lizerand, Georges (1910). Clément V et Philippe IV Le Bel (en francés y latín). Paris.
Enlaces externos
Wikisource en latín contiene una copia de Vox in excelso.